Nuevo revés para los vecinos de La Palma. La intensificación del fenómeno explosivo del volcán de Cumbre Vieja, con aumento del alcance del material piroclástico e intensa emisión de ceniza, obligó ayer a realizar nuevas evacuaciones. El Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) ordenó el desalojo de los barrios de Tajuya y Tacande de Abajo y la parte de Tacande de Arriba no evacuada ante el riesgo de que se puedan romper los cristales que se encuentran en un radio de tres kilómetros, además de trozos de lava o lapilli. Sus cenizas, además, ya han llegado a la isla de La Gomera, en forma fina, y a los municipios de Valle Gran Rey y San Sebastián de la Gomera.
Los servicios de emergencia canarios pidieron a los vecinos que se resguardasen de la furia del volcán en el campo de fútbol de El Paso, listo para la situación. Ambulancias de los servicios de salud canarios, bomberos y agentes de la UME custodian el alojamiento provisional de los nuevos evacuados. El Ayuntamiento calcula que habrá en torno a 300 o 400 desplazados, de los cuales entre 40 o 60 necesitarán alojamiento.
En la entrada de este punto de encuentro con césped artificial, separada para prensa y damnificados, personal de la Cruz Roja custodia los capazos y cajas con agua, refrescos y bocadillos. A media tarde, había más periodistas -organizados también por personal del Ayuntamiento de El Paso- que evacuados, ya que muchos locales optan por acudir directamente a segundas residencias o casas de amigos y familiares. Apenas había un par de grupos desalojados, entre ellos una familia de alemanes que prefirió no ser molestada. «La población ha tenido unos 15 minutos para coger lo necesario y su comportamiento ha sido ejemplar», explicaba Omar Hernández, concejal de medio ambiente y turismo. <iframe width=»560″ height=»315″ src=»https://www.youtube.com/embed/GlpryXe07WM» title=»YouTube video player» frameborder=»0″ allow=»accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture» allowfullscreen></iframe>
Muchos palmeros desplazados prefirieron quedarse en sus propios coches antes de entrar en el campo de fútbol custodiado por las emergencias. Dos jóvenes de Tajuya vigilaban pacientemente desde su vehículo en una calle colindante al recinto la nueva fisura del volcán sin nombre, que no deja de rugir. La ladera se ve, además, más humeante que nunca. «Nos pidieron salir por las explosiones, porque empezaban a sonar muy fuerte, así que cogimos a los animales -dos perros y varios pájaros- y vinimos sin más. Estamos un poco a la espera de saber si vamos a poder volver a casa para recoger nuestras cosas», cuenta.
En esta emergencia también fueron evacuadas de la zona las cadenas de televisión, que tenían sus sets montados en el patio de la iglesia de El Paso. Abierta por el párroco Domingo Guerra para todo aquel que lo necesite, cuenta que ya ha vivido tres erupciones.
Según el último informe actualizado del Pevolca, el volcán continúa mostrando el mismo estilo eruptivo fisural, con mecanismo estromboliano, en una fisura en dirección noroeste-sureste, con fases intermitentes de mayor explosividad. La columna eruptiva ya alcanza los seis kilómetros sobre el nivel mar y se constató que la colada principal (la más antigua) avanza a una velocidad menor a un metro por hora, si bien apareció una nueva colada que se emplaza a lo largo del flanco sur. Esta nueva lengua tiene bloques de gran tamaño que podrían asociarse al colapso parcial del centro eruptivo principal, con velocidades que fueron disminuyendo a lo largo del jueves desde 33 metros por hora a 12 metros por hora al final del día y continúa su ralentización.
Llegada de cenizas
Sin embargo, ha aumentado la inestabilidad del edificio volcánico y los materiales emitidos pueden alcanzar una mayor distancia. En las próximas horas pueden producirse fenómenos como llegadas de cenizas y material volcánico de alta temperatura más allá de la zona establecida como territorio de exclusión. Asimismo, resaltan desde el Ejecutivo canario, se pueden producir vibraciones y detonaciones. El aumento de la actividad explosiva ha originado la apertura de una dos nuevas bocas eruptivas, confirmó el el Instituto Geológico y Minero de España (IGME).
La lava que sale del volcán ha cubierto desde que comenzó la erupción el pasado domingo un total de 190,7 hectáreas, destruyendo hasta el momento 420 edificaciones, además de 15,2 kilómetros de carreteras, según los datos del satélite Copernicus.
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