El primer día de la Ryder Cup, esta vez en Wisconsin, tuvo muchos éxitos y momentos por recorrer, y uno de ellos lo jugó el norteamericano Jordan Spieth.
Acorralado con la pelota en la ladera, Spieth sacó un golpe mágico de su manga para dejar milagrosamente la pelota a un metro del hoyo. Su celebración, cuesta abajo, estaba a la altura del momento.